El día que El prometió llegara

 
 al caminar por la vida, pude ver que faltaba un día, no era un día común sino un día muy especial en el cual debía disfrutar del verdadero amor y felicidad, un día donde mi ser se sintiera tan lleno de vida y de felicidad, libre de estar atrapada en una viciada manera de vivir, donde a pesar del tiempo siempre vuelve ese vació...  

ese día llegó cuando estaba llena de dolor, sucia, tirada en el piso con lágrimas en mi rostro. El pasó junto a mí, y me miró y me dijo ven, Yo haré de ti una mujer plena y feliz, estiró su Brazo fuerte y yo levanté mi rostro, lo miré como nunca había visto a nadie más, mis ojos ahora veían una nueva esperanza y alcé mi mano, El me levantó y me llevó a sus cámaras de amor, El lavo mi cuerpo con agua, enjugo toda lágrima que había en mí rostro, sano cada una de mis heridas, con sus manos me ungió con aceite y me cubrió con su sábana, El me hizo un juramento y entro en un nuevo Pacto conmigo y me hizo suya 

cubrió mi cuerpo con un vestido nuevo, me dio un nombre nuevo, me puso unas arras en mi mano derecha y me dijo, son la garantía de mis promesas y me puso una hermosa corona en mi cabeza 

puso la mesa servida y llena para mí, mis labios se llenaban de esa deliciosa miel, mi hambre era tanta que no podía dejar de comer su delicioso manjar  

Él me ha llevado de la mano en cada nueva y diferente etapa a la que me he enfrentado ahora, Él es responsable de mí y mi hermosura es por El  

Ciertamente ha limpiado cada herida que tenía y ahora somos tan felices me ha hecho verdaderamente plena y feliz  

El me enamoró cuando me hablo, El me enamoró cuando sentí sus manos sanando mis heridas, El me enamoró cuando mis ojos vieron que sus promesas eran verdaderas.  

ahora vivo para El  

Él es mi amado y El que ama mi alma